Por razones profesionales, he residido con mi familia en Bariloche durante 3 años a principios de los 90. Fuimos muy felices y a partir de entonces generamos un vínculo de cariño con la región el cual perdura hasta el presente.

Bariloche es en menor medida exactamente igual a la Argentina.

Un lugar donde Dios se ha esmerado en su generosidad creativa. Personas de todo el mundo guardan en sus mentes imágenes a las que recurren cuando quieren sentir paz, placer y plenitud. Y la mayoría de ellas, cuando desea soñar con algo bello, piensa en Bariloche.

Sin embargo, ese lugar prodigioso está habitado por un número creciente de personas de características e intereses muy diversos.

¿Cuántas Bariloches existen? Es la comarca turística de alto nivel que demanda servicios acordes. También es la principal estación de deportes invernales del continente. Es la ciudad más importante de la Patagonia norte y la más grande de la Provincia de Río Negro.

Es el centro urbano más próximo al cruce internacional a Chile y la relevancia logística que esto genera. Su aeropuerto es el de mayor frecuencia de vuelos y con el mayor número de visitantes.

Pero también Bariloche es la casa de más de 146.000 almas que han nacido allí o se han ido radicando a lo largo de los años.

La diversidad de intereses de los grupos de población no es un rasgo peculiar de Bariloche. Sucede en París y su banlieue, como también en Roma y en Atenas. Las áreas visitadas por el turista son atendidas con esmero en la pulcritud y en la seguridad, y por otra parte las ciudades deben funcionar como tales de manera eficiente en los barrios ricos y en los más humildes.

Bariloche forma parte de un país en el cual hace 20 años el Estado se ocupó de absorber la mano de obra que el sector privado no contrató debido a la inseguridad jurídica y la falta de incentivos para invertir.

Esta realidad y la visión intervencionista de la economía nos han llevado a una situación espantosa de déficit fiscal y endeudamiento.

El Estado ya no sabe cómo hacer para pagar tantos sueldos, por lo tanto, no hay fondos para invertir en infraestructura.

Bariloche tiene que hacer lo mismo que debería hacer la Argentina: Darse una buena ducha de agua fría para sacarse de encima la modorra del populismo y reaccionar de una vez y para siempre: Para progresar en la vida hay que trabajar.

El trabajo honesto y perseverante en la gestión pública y en la privada llevará a Argentina a un futuro mejor.

Sus países vecinos menos agraciados gozan de tasas de inflación anuales menores a la inflación mensual de la Argentina. Una locura absoluta.

Bariloche y Argentina han tocado fondo. Se respira en todas partes que se aproxima un nuevo amanecer. Pero esta
vez el consenso no viene dictado por líderes autoritarios ni severos discursos. Es la gente común la que hizo eclosionar el sistema. El hartazgo del pueblo descolocó al establishment.

¡Enhorabuena! Con esfuerzo, con austeridad y con honradez, Bariloche y Argentina se preparan para vivir un día nuevo de sol donde el Estado ya no será la vaca sagrada y omnipresente.

No será fácil ni rápido, pero no tengo dudas de que lo lograremos.

Dr. Omar Carzino

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Es Contador Público y Doctor en Administración. Fue ejecutivo de compañías nacionales y multinacionales.

Es productor agropecuario junto a su familia en la Provincia de Buenos Aires.