En los últimos años, el cultivo y siembra de las semillas de marihuana ha sido un tema recurrente en debates y discusiones no solo en Argentina, sino en todo el mundo. 

Sin embargo, a medida que la legalización de su uso con fines medicinales y recreativos ha avanzado en varios lugares, también han proliferado una serie de mitos y conceptos erróneos en relación a esta planta.

En este artículo, exploraremos algunos de los más comunes, sobre todo para aquellos que estén buscando comprar o sembrar semillas de marihuana por primera vez.

La venta de semillas de marihuana y aceites está prohibida

En 2022 el Instituto Nacional de Semillas emitió una resolución, que permite la compra y venta de semillas de marihuana en la Argentina.

La medida posibilita a cualquiera tener semillas y esquejes de cannabis. La única condición es tener el permiso que da el Registro del Programa Cannabis (REPROCANN). Además, la norma establece que las semillas pueden ser legalmente vendidas si es que están registradas en el INASE, el organismo que se encarga de supervisar la comercialización.

Sólo pacientes con receta médica pueden comprar semillas

A partir de la regulación del INASE cualquier persona puede comprar semillas de cannabis, pero deberá estar inscripta en el Registro de Programa Cannabis. Este registro, creado por el Ministerio de Salud está disponible únicamente para pacientes con receta médica oficial.

Además, la Ley de Cannabis Medicinal habilita la compra y venta de semillas de marihuana a Universidades, ONG´s y Agencias de Investigación, que hagan proyectos para descubrir nuevos usos.

¿La marihuana tiene solamente efectos negativos para la salud?

Uno de los mitos más extendidos es que la marihuana es nociva y tiene efectos negativos para la salud. Sin embargo, la realidad es que el consumo controlado y por un cierto tiempo de marihuana puede tener impactos positivos en la salud mental y física. 

Diferentes estudios han demostrado que el uso puede ayudar en casos de ansiedad, puede detener convulsiones causadas por epilepsia, disminuye los temblores por Parkinson y para aquellos que sufren de glaucoma, permite que no se pierda la visión aumentando la presión en el globo ocular.

Sin embargo, especialistas y médicos advierten de no consumir en exceso, dado que podría generar efectos adversos.

¿La marihuana es adictiva?

Aunque la marihuana no genera una adicción tan fuerte como algunas drogas más duras, existe la posibilidad de desarrollar una dependencia psicológica. El uso continuado puede llevar a la tolerancia, lo que significa que se necesita consumir más cantidad para alcanzar los mismos efectos, lo que a su vez puede dificultar la reducción o el cese del consumo.

Sin embargo, según un estudio de la Universidad de Columbia solamente una persona de diez podría generar una adicción. Además ha sido demostrado que son más adictivos la nicotina y el alcohol.

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Fumar marihuana conlleva el mismo riesgo que fumar cigarrillos

Aunque ambos involucran fumar, la marihuana y el tabaco tienen diferencias significativas en términos de daños a la salud. La marihuana generalmente se fuma en cantidades mucho menores que el tabaco, y los estudios han demostrado que no está directamente relacionada con enfermedades pulmonares graves como el cáncer de pulmón. Sin embargo, inhalar cualquier tipo de humo en grandes cantidades puede ser perjudicial para los pulmones.

La marihuana es una puerta de entrada a drogas más duras

Si bien es cierto que algunas personas que consumen marihuana pueden eventualmente probar otras drogas, no existe una conexión causal que demuestre que el consumo de marihuana automáticamente conduzca al uso de sustancias más peligrosas. 

Pero hay que tener en cuenta que la relación entre el uso de marihuana y otras drogas es compleja y está influenciada por diversos factores sociales, económicos y psicológicos; y no por cuestiones únicamente químicas.

¿La marihuana para uso medicinal sirve para todos los pacientes?

Si bien la marihuana tiene propiedades medicinales que han demostrado ser beneficiosas en el tratamiento de ciertas condiciones médicas, no todas las formas de uso son seguras o apropiadas para todos los pacientes. 

Es fundamental que las personas consulten a profesionales de la salud antes de utilizar marihuana con fines medicinales y sigan pautas específicas de dosificación y supervisión médica.

Puede que para algunas personas sólo sea necesario consumir aceite cannábico o deban inhalarlo, dependiendo de su condición personal.

La marihuana no puede afectar a los conductores

El consumo de marihuana puede afectar negativamente las habilidades motoras, la concentración y el tiempo de reacción, lo que aumenta el riesgo de accidentes de tráfico. 

Por eso, su influencia en la capacidad de conducir es un tema serio y debe ser considerado con la misma precaución que el consumo de alcohol. En el caso de haber consumido, siempre es mejor que otra persona esté designada como conductor.

El CBD no tiene efectos secundarios

El cannabidiol (CBD) es un componente no psicoactivo de la marihuana que ha ganado atención por sus posibles propiedades medicinales. Aunque se ha demostrado que el CBD puede ser beneficioso en el tratamiento de ciertos trastornos, como la epilepsia refractaria, también puede tener efectos secundarios y contraindicaciones. 

Es crucial que las personas consulten con profesionales médicos antes de usar productos de CBD con fines terapéuticos. Entre los principales se pueden mencionar sueño, disminución del apetito, náuseas, diarrea y en algunos deterioro de las funciones hepáticas.

La marihuana mejora la creatividad y el rendimiento

Aunque algunos consumidores de marihuana afirman que esta planta mejora su creatividad y rendimiento, la realidad es más compleja. Los efectos varían según el individuo y la cepa de marihuana utilizada. 

Mientras que en algunos casos puede estimular la creatividad, en otros puede disminuir la concentración y la capacidad de atención. Por lo tanto, mucho depende de la recepción y biología de cada individuo.

Los mitos en torno a las semillas de marihuana o plantas pueden distorsionar la percepción de sus verdaderos beneficios. Es por eso que la educación y la investigación continúa siguen siendo herramientas cruciales para comprender mejor cómo la marihuana puede ayudar a las personas y a la sociedad en general.